15 marzo 2007

El laberinto de la verdad



Los accesos a la verdad se muestran como un laberinto de puertas y pasadizos, como el recorrido que había que hacer en aquel juego de ordenador que consistía en matar nazis (¿cómo se llamaba...? Ah, sí, Wolfenstein).

Puertas, puertas y más puertas. ¿Cuál será la que hay que abrir?

4 comentarios:

Éboli dijo...

Me ha dicho un pajarito, que es individuo ese que hizo el artículo tan bonito sobre las mujeres en el libro de la Feria ha vuelto a escribir lindezas en el periódico de Peñarroya. Estoy deseando leerlo y decirle cuatro cosillas al director que ha vuelto a admitir esa barbaridad. ¿Podrías transcribir el artículo de marras? Gracias.

Anónimo dijo...

Es muy largo y se entiende con dificultad. Si tienes un fax dímelo y te lo envío.
Se sobre entiende que la mayor parte del ¿texto? va dirigida contra mí, contra IU y contra todos los que lo criticaron. Como es lógico, no cita a nadie por su nombre, algo muy habitual en ese periódico.

Anónimo dijo...

En cuanto a las puertas y pasadizos, sean o no de la verdad o hacia la verdad, tu breve texto, Revertiano amigo, me remite al nombre del grupo de rock The Doors, cuyo nombre fue tomado de un poema de William Blake: "There are known and unknown things between the doors" ("entre las puertas hay cosas conocidas y desconocidas"): las puertas de la percepción. Y como quiera que cada uno percibe la realidad como puede o como le viene en gana, tanto los energúmenos como los moderados, tanto las rosas de pitiminí como los cardos, tanto los narcisos como las violetas..., que para eso no hay ley ni tasa ni sentido común que lo frene, la realidad al final se desdibuja, o no, que a lo mejor no se desdibuja y los que andamos según la visión que Friedrich Wilhelm Murnau tenía de las puertas somos nosotros, vaya usted a saber. Un laberinto, vamos...

Martín Carmona dijo...

un aplauso, plas plas plas plas plas