23 junio 2008

"Córdoba cuenta": relato 6 de 27

Título: CLAXON
Autor: Daniel Arenas

Se levantó de madrugada para ir al lavabo. Hacía ya meses que le venía aquella necesidad en mitad del sueño. De pronto oyó el claxon. Vivía en una finca que era como una muralla sobre el barrio banco y luminoso de San Basilio. Desde las ventanas se veían las hermosas lomas por las que subía la carretera hacia Sevilla. Volvió a escuchar el claxon. Acababa de volver de un viaje a Berlín y le parecía insufrible el ruido de su ciudad. También estaba el problema de las motos y los coches que en las callejitas dejaban el aire, encajonado y quieto, impregnado del olor irrespirable a gasolina quemada. Por si esto fuera poco se había puesto de moda el uso de las bicicletas por las aceras. Lo que a priori podía parecer una buena costumbre se había convertido en un peligro para los viandantes que, nerviosos e inquietos, temían sus propios movimientos y con el miedo a flor de piel avanzaban insomnes ante el ruido instantáneo y fugaz que les pasaba a milímetros de su cuerpo. Volvió a escuchar el claxon. Empezó a sentir rabia hacia ese conductor al que no le importaba lo temprano de la hora y de manera inmisericorde insistía una y otra vez con aquella llamada chillona, seguramente a la espera de que alguien bajara de una de las viviendas. Esta vez sonó con más fuerza y persistencia y ya no pudo más. Se levantó de la cama, se fue hacia el balcón, agarró una de las macetas y la dejó caer. Luego se puso los tapones en los oídos y se metió entre las sábanas.

Por la mañana, al conectar la radio, supo de la magnitud de la tragedia.

Del libro "Córdoba cuenta".
Asociación cultural "Mucho cuento", Fundación Bodegas Campos, Sociedad de Plateros. Córdoba, mayo 2008.
Daniel Arenas (Azuaga, Badajoz).
Catedrático de Lengua y Literatura Españolas. Escritor. Ha publicado las novelas: "Viviré si no me olvidas" (Algaida, 1998), Premio de Novela Felipe Trigo; "Dos gardenias para ti" (Brosquil, 2002), fanalista del Premio Azorín, y "Bajo los árboles azules" (Brosquil, 2005).

No hay comentarios: