
Los niños dibujan sobre el cristal rayas y palotes como si fuesen locos pintando su futuro.
Sus pequeñas obras se desfiguran enseguida por riíllos de agua deshilachada que se empeñan en trastocar sus ilusiones.
No importa, mientras tengan un índice presto a señalar, mostrarán siempre hacia adelante, hacia el futuro. Y el frío o el cristal no sabrán poner barreras a su firmísima voluntad de vivir por encima de todo.
2 comentarios:
ole!
¡Vaya racha, Revertiano! Ha cogido usted la directa y no hay quien le pare. Textos e imágenes resplandeciendo a la misma altura: el otoño, la Navidad, los niños (futuro, progreso, ilusión)...
¡Enhorabuena!
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