Me envían unos conocidos de Madrid este relato anónimo, que me aseguran está basado en hechos reales. Lean:
"El día 3 de agosto a las 09:35 de la mañana se presenta ante mí, visiblemente alterado, Agustín García, de 27 años de edad y categoría laboral programador, para denunciar la desaparición de su taza de desayuno. Declara que la última vez que la vio fue a las 18:00 horas del día 2 de agosto, encontrándose ésta en su emplazamiento habitual, su mesa de trabajo, a la izquierda del monitor.
Solicitada descripción del objeto desaparecido, el denunciante informa de que se trata de un recipiente cilíndrico de cerámica esmaltada blanca, de radio 4 cm y altura de 12 cm, con un asa también en cerámica blanca. Añade que la taza presenta un estampado en su cara anterior con la figura de "SON GOKU, el de bola de dragón". En este punto el denunciante rompe a llorar desconsoladamente y es palmeado con cariño en la espalda. Tras recuperar su integridad afirma haber preguntado al respecto a sus compañeros más cercanos, no habiendo obtenido pista alguna, aunque sí numerosas muestras de apoyo.
En el escenario de la desaparición revolotean las miradas de sospecha entre los trabajadores. Algunos dicen, esquivando la mirada, no haber visto jamás la taza en cuestión; la mayoría juran con lágrimas en los ojos no saber qué es una taza. Todos sin excepción manifiestan su intención de guardar de ahora en adelante su objeto cilíndrico de cerámica para el desayuno bajo llave.
La responsable de personal duda de la existencia del objeto en cuestión, afirmando entre terroríficas sonrisitas de complicidad que el empleado denunciante tiene mucho afán de protagonismo.
Absolutamente nadie, excepto el denunciante, conoce al tal "SON GOKU, el de bola de dragón", pero las sospechas recaen sin excepción en la siniestra señora de la limpieza. Como todo el mundo sabe, una señora de la limpieza es a una oficina lo que un mayordomo a un castillo en un ventoso páramo inglés. Nadie se atreve a interrogarla al respecto, porque conoce los trapos sucios de todo el mundo y no es cuestión de cabrearla.
El día 3 de agosto a las 10:45 de la mañana, Agustin Garcia me notifica el hallazgo del siguiente anónimo en una bolsa de ganchitos:
AGUSTÍN, TENGO TU TAZA.
POR SU BIEN, NO HABLES CON NADIE.
DEPOSITA UN SOBRE CON UN BILLETE DE 50 EUROS SOBRE LA MAQUINA DE CAFE, EXACTAMENTE A LAS 16 H.
TENGO UN MARTILLO Y NO DUDARE EN HACERLA AÑICOS SI ME OBLIGAS.
PIENSATELO BIEN, O LO SIGUIENTE QUE RECIBIRÁS SERÁ EL ASA.
ANONIMO
Le tranquilizo con la efectividad que me caracteriza, y le indico que actúe con normalidad, consecuencia de lo cual el denunciante atraviesa la sala pálido como la pared, caminando como una supermodelo y silbando como un barco de vapor.
El día 3 de Agosto a las 11:30 de la mañana se pone de manifiesto la clara superioridad intelectual del departamento de informática al confirmarse las sospechas de la mayoría.
A esa hora, la pérfida mujer de la limpieza aparece en escena como si tal cosa, con la taza de desayuno desaparecida en la mano. Todos apreciamos con estupor que la taza ha sido evidentemente torturada (despojándola del añojo manto de mugre que la hacía tan querida) con la salvaje táctica de meterla en el lavavajillas.
El día 3 de Agosto a las 11:40 de la mañana, la señora de la limpieza es despedida fulminantemente.
Nunca se conoció la identidad del emisor del anónimo."
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5 comentarios:
Todo esto me recuerda un libro que lei hace muchos años y que me impactó, como casi todos los libros, ya sean del genero que sean, que leo sobre Sudamerica. "Manaos" de Vazquez Figueroa.
Con respecto a donde nos pondrá la historia y a modo de comparación sobre el ser humano, te traslado a otro lugar; quien es el guapo que les dice por ejemplo a los chinos, en plena evolución consumista, que no han de consumir petroleo y que debemos de mirar por las reservas.
Yo haría lo mismo por una taza si en vez de SON GOKU, estuviera estampado EL OSO YOGUI
Me gustaría saber si puedo contactar de alguna forma con la señora de la limpieza del relato, a lo mejor ella sabe donde puede estar la maceta que me quitaron este verano de la terraza (de una tercera planta)o si conoce el paradero del salvamantel de los simpsons (desaparecido meses después) o la cuchara de palo de la cocina (hace una semana que la buscamos. Si no puede ser sólo me queda tener paciencia, lo mismo le salieron patas y cuando se cansen de ver mundo vuelven a casa todos juntos, jejeje
Yo le lanzaría un kame kame ha a esa señora...
No hay duda. Los objetos que desaparecen vuelven a la deslocalización de sus productores.
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