23 enero 2007

Fiebre del oro y destrucción del Amazonas

Si, entre otros motivos, uno siente nostalgia del pasado, es porque cada vez se reconoce menos en este planeta de hormigas destructoras que son los seres humanos.

En nuestra infancia y juventud las películas de Tarzán y King Kong (aunque rodadas en un estudio), los libros de Julio Verne y algún que otro tebeo de aventuras de series como Hurón , nos mostraban un planeta casi virgen, selvas inextricables, islas remotas e incógnitas; y, quizá por eso, ya en nuestros tiempos, han tenido tanto éxito las historias de Indiana Jones, El Mundo Perdido y los varios Parques Jurásicos que nos volvían a hacer soñar con que la aventura era posible.

Hoy leemos en los periódicos que se sigue deforestando la selva amazónica en busca de oro, y que posiblemente el Mato Grosso ya no sea el infierno verde que fue en nuestras historietas de niños y adolescentes. Esos lugares, hasta hace poco impenetrables, se han visto invadidos por una fauna humana de "mineros ilegales, especuladores, agricultores, obreros mal pagados y jóvenes prostitutas".

Las noticias nos hablan de que "la comida, el combustible, las bebidas y las prostitutas se pagan a precio de oro, literalmente, y a un valor cuadruplicado respecto a los precios vigentes en la civilización". Y que "hombres, mujeres y niños, predicadores evangélicos, médicos, comerciantes, ex presidiarios y políticos locales se han sumado a la corriente humana que desborda cada día el antes prístino ambiente de la selva milenaria".

Visto lo ocurrido en la Historia, a ver quién les dice que ellos no tienen derecho a buscar la riqueza, cuando en dos meses se extraen 150 kilos de oro puro.

ORO ( Diario Córdoba - 23/01/2007 )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más queda comprobado que la historia no sirve de nada... Una y otra vez la misma piedra.

Revertiano dijo...

Y lo que "te rondaré, morena", como suele decirse por aquí.